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Caen las materias primas y se complican más las reservas

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La soja baja 9,6% en lo que va del último año, el trigo un 41% mientras que el maíz retrocede 17%. Este año el panorama luce más complejo ya que la sequía está complicando la cosecha, haciendo que la liquidación en cantidades exportadas sea menor.

Los precios de las materias primas que exporta la Argentina están en fuerte retroceso.

A diferencia de otros años en donde los precios y las cantidades de las materias primas estaban en máximos, hoy el panorama es más preocupante ya que ocurre exactamente lo opuesto.

Hay temor sobre el impacto en las reservas si los precios de los commodities no reaccionan al alza.

Materias primas en caída

Tanto la soja, el trigo como el maíz se encuentran en un proceso de importante caída.

La soja baja 9,6% en lo que va del último año, el trigo baja 41% mientras que el maíz retrocede 17%.

Es decir, las materias primas que exporta la Argentina se han alejado de sus máximos.

Afortunadamente para el país, tanto el petróleo como el gas también han retrocedido, haciendo que las importaciones de energía también sean menores.

El crudo baja 30% en el último año mientras que el gas se desplomó 68%.

Durante los primeros tres años de Gobierno, la Argentina tuvo excelentes términos de intercambio ya que el precio de las materias primas se disparó.

La guerra entre Rusia y Ucrania representó una gran oportunidad para el país ya que disparó el precio de los commodities que exporta Argentina, a la vez que el clima y la cosecha del agro le permitieron al país tener dos años de exportaciones récord históricos en 2021 y 2022.

Sin embargo, este año el panorama luce más complejo ya que la sequía está complicando la cosecha, haciendo que la liquidación en cantidades exportadas sea menor.

En paralelo, la baja del precio de las materias primas también termina golpeando a la potencial liquidación, haciendo que la Argentina pueda llegar a sufrir una merma de más de u$s 20.000 millones de ingresos por exportaciones este año.

Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, afirmó que históricamente la economía argentina se ha visto fuertemente influenciada por los ciclos de precios de materias primas y en especial de los productos agrícolas y en menor medida del precio de la energía.

«El último año se dio un proceso poco habitual que era el fortalecimiento del dólar con precios de commodities (medidos en dólares) altos. Eso se explicó esencialmente por el conflicto bélico tras la invasión de Rusia a Ucrania. Se vieron fuertemente afectadas las exportaciones de petróleo y gas de Rusia y de productos agrícolas de Ucrania», recordó Benítez.

En lo que va del 2023, la soja cae 3,5%, el trigo pierde 19% y el maíz retrocede 4,3%.

Como dato, en abril los precios promedio de los commodities agrícolas que exporta Argentina cayeron 16,7% interanual, pero solo 3,2% con respecto a diciembre 2022, es decir que la mayor parte del ajuste se produjo en el segundo semestre de 2022.

La expectativa es que las materias primas puedan rebotar para que el contexto no se agrave aún más.

Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, detalló que si bien se dio una caída en las materias primas, estas aún se pueden recuperar.

A su vez, advierte que será clave para la Argentina ver una suba en los precios de los commodities ya que de no darse un rebote, podría complicar aún más el panorama local dada la sequía.

«Los precios de los commodities cayeron últimamente principalmente por los temores recesivos. Pese a ello creemos que tanto la inflación aún persistente en el mundo desarrollado y la apertura de China podrían impulsar a los precios al alza», dijo.

«En cuanto a Argentina, el 2023 se verá afectado por la sequía, por lo que el valor de las exportaciones se verá reducido por eso, aunque si los precios cayeran demasiado el impacto podría mayor», sostuvo Franco.

Por su parte, y mirando hacia adelante, Benítez ve riesgos sobre las materias primas a causa de la política monetaria de la Fed.

«El mercado anticipa un ciclo de tasas altas de la Fed que se podrían sostener en el tiempo. Eso implica que el dólar puede mantenerse fuerte por un período extenso de tiempo. En esos escenarios los precios de commodities suelen tener sesgo bajista», advirtió.

En línea con lo mencionado por Benítez, el dólar suele tener una correlación negativa con las materias primas.

Los analistas de Consultatio alertan que los próximos meses también serán complicados en términos de balance cambiario.

«Además del efecto de la sequía y de que los incentivos del sector agropecuario a liquidar son cada vez menores, el superávit comercial tiende a reducirse respecto a abril/mayo y el Gobierno debe enfrentar pagos de intereses de la deuda en dólares por aproximadamente u$s 1000 millones», dijeron.

Preocupación con las reservas

El problema que enfrenta la Argentina es que necesita que las materias primas se recuperen ya que a causa de la sequía, las cantidades exportadas van a ser menores.

Para compensar la merma en las cantidades, necesita que el factor precio mejore.

Si ello no ocurre, el panorama puede ser aún más complejo.

A ello hay que sumarle que el dólar agro no está dando sus frutos ya que el BCRA no está logrando acumular divisas.

Para Fernando Marull, director de FMyA, la performance del dólar agro sigue siendo muy floja.

«Faltan 3 semanas para terminar el Dólar Soja y sigue flojo. Con el agro vendiendo u$s 138 millones, el BCRA compró sólo u$s 7 millones de reservas. Al menos es el segundo día consecutivo que no vende reservas. Las reservas netas en terreno negativo obligaron al BCRA a buscar la manera de no vender», dijo Marull.

Los analistas de Grupo IEB advierten que las liquidaciones del dólar «agro» no repuntan, complicando el objetivo de acumulación de reservas y desviándose de las proyecciones iniciales del Gobierno

«Los montos liquidados continúan alejándose de los observados en los programas anteriores. Esto, sumado a la racha vendedora del BCRA en las últimas semanas y a la ampliación de la brecha entre la cotización preferencial ($300) y las paralelas siembra incertidumbre con respecto al futuro de las arcas del central. Las reservas brutas están tocando u$s 35.000 millones, un mínimo para la gestión actual», dijeron desde Grupo IEB.

Además, desde la compañía aclararon que el BCRA se queda con pocos dólares respecto de los que se terminan liquidando.

«La última semana de abril y los primeros días de mayo significaron una caída sustancial en el acumulado de reservas por parte del BCRA desde el comienzo del dólar agro. De los u$s 1927 millones liquidados hasta el día de hoy, el BCRA sólo lleva acumulados u$s 183 millones, versus el pico de u$s 654 millones alcanzado hace una semana», aclararon.

En esa línea, agregaron que el número se vuelve aún más preocupante al compararlo con los alcanzados por el «Dólar Soja I» y «Dólar Soja II», los cuales a la misma altura significaron una acumulación de reservas igual a u$s 4651 millones y u$s 1242 millones. respectivamente.

Finalmente, Beíitez coincide en que al analizar la venta de dólares bajo este nuevo esquema de incentivos queda claro que los niveles están siendo menores a los dos procesos anteriores, aunque los incentivos no son muy diferentes. Por lo tanto, lo que surge como conclusión es que el stock de productos es más bajo por la demora en la cosecha y los bajos rindes.

En ese sentido, el economista jefe de MegaQm alertó que para el BCRA es clave poder avanzar con buen volumen en estas operaciones, porque las necesita para equilibrar un mercado cambiario exigente.

«Esto ha llevado al BCRA a una posición compleja de reservas netas negativas, donde empieza a utilizar fondos que detrás tienen pasivos de corto plazo y por lo tanto que necesita recomponer. Bajo este análisis, resulta esencial que el BCRA retome las compras en el mercado cambiario», cerró Benítez.

Fuente: https://bit.ly/45PecRF

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