Por ahora los riesgos son limitados pero es una variable que los analistas monitorean luego de que el dólar en Brasil haya alcanzado máximos recientes de 7 meses.
Recomiendan cobertura cambiaria rumbo a 2023.
Volatilidad cambiaria en Brasil
Desde la victoria de Lula Da Silvia en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil hasta la fecha, el Real se devaluó 3%.
Si bien no representa un gran cambio en la tendencia con la que viene operando el tipo de cambio en Brasil en el último año, el rally del dólar hizo que en las primeras ruedas del 2023, el dólar supere la barrera de R$ 5,45, tocando su valor más alto desde junio del año pasado.
El hecho de que el tipo de cambio en Brasil intente escalar a máximos implica un riesgo para la Argentina y en especial para la estrategia cambiaria del BCRA.
Dado que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, cuanto más se devalúe el real, esto le quita competitividad al peso.
Por lo tanto, los riesgos de un dólar más alto en Brasil son un riesgo para las exportaciones argentinas, y en definitiva, un riesgo también para las reservas, las cuales se encuentran en niveles deprimidos, a pesar del record de liquidación del agro en los dos últimos años.
Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, remarcó que Brasil sigue siendo el principal socio comercial de Argentina, por lo que la competitividad relativa a ese mercado es clave para el desarrollo exportador local.
En ese sentido, Benítez advierte que la situación actual requiere un monitoreo permanente, porque producto de los cambios políticos, el Real se ha debilitado y advierte que en estas últimas semanas se perdieron casi 3 puntos de competitividad cambiaria con respecto a Brasil
«Desde el 20 de diciembre a hoy perdió un 5% de su valor. Esto no plantearía ningún problema si tenemos en cuenta que el ritmo de depreciación de Argentina ha sido en promedio mayor al 6% en los últimos meses. Pero como los ritmos inflacionarios son muy diferentes (noviembre tuvo una inflación de 4,9% en argentina y 0,4% en Brasil), el tipo de cambio necesita adaptarse a esa realidad para no generar un atraso relativo», comentó.
Un peso apreciado
Cuando el real se aprecia, el peso argentino gana competitividad, por lo que el BCRA estaría devaluando sin devaluar.
En cambio, cuando el real se devalúa, es el peso el que pierde competitividad y genera un escenario más desafiante para el BCRA para mantener la competitividad, obligándolo en el margen, a tener que devaluar el oficial.
A la hora de analizar el tipo de cambio real multilateral, y el tipo de cambio real multilateral con Brasil, se puede observar que el mismo se encuentra en niveles de 2017, lo cual demuestra un contexto de elevada apreciación del peso contra el resto del mundo y contra Brasil en particular.
Como dato interesante, y mirando más a mediano plazo, Benítez también advierte que desde diciembre del 2020 se perdieron 20 puntos de competitividad con respecto a Brasil y 25 contra el resto de nuestros socios comerciales.
«El nivel absoluto está 33% por debajo del tipo de cambio real promedio con Brasil. Queda claro que la situación local no deja margen para seguir perdiendo competitividad cambiaria con Brasil y que si está debilidad del Real se extendiera en el tiempo, el BCRA tendría una presión adicional para acelerar el ritmo de devaluación del peso», advirtió.
Ezequiel Zambaglione, head of research de Balanz, explica que una depreciación del real es una complicación para la política económica argentina, aunque en el corto plazo algunas variables locales mejoraron el panorama.
«Si el dólar sube en Brasil, implica una apreciación real del peso, que en los niveles actuales ya muestra complicaciones para acumular reservas internacionales, presionando en última instancia a una aceleración en la depreciación del peso. Sin embargo, esto es cierto si la depreciación del real brasileño es persistente y se convierte en una tendencia. Pero desde julio pasado, la tendencia ha sido a que la devaluación le gane a la inflación en Argentina, mejorando levemente del tipo de cambio real«, detalló.
De cara a los próximos meses, Zambaglione afirma que la duda es si el equipo económico mantendrá esa tendencia este año también, dado que típicamente se observa un atraso previo a las elecciones.
«Creemos que es necesario que la depreciación real continúe para mejorar la dinámica de acumulación de reservas, y evidentemente si la tendencia de depreciación del real continúa, esta velocidad debería ser mayor», dijo.
Una situación a monitorear
La dinámica del real brasilero no ha sido un problema en los últimos años para la Argentina.
Esto es así ya que el tipo de cambio en el país vecino se mantuvo estable, sin grandes cambios. Ha operado entre un amplio rango de máximos de R$ 5,89 y mínimos de R$ 4,6.
Es decir, no ha habido movimientos abruptos en los últimos años en el real, por lo que el BCRA no tuvo serios inconvenientes para mantener la competitividad y por lo tanto, las presiones devaluatorias por el lado comercial con Brasil no fueron un problema para la entidad monetaria local.
El tipo de cambio en Brasil sigue dentro de ese amplio rango de operaciones y los analistas del mercado advierten que por ahora no es una señal de preocupación pero coinciden en que sí hay que monitorear tal variable.
Martin Polo, estratega jefe de Cohen advierte que la devaluación del real en Brasil tras las primeras señales de Lula no cayó del todo bien.
Sin embargo, Polo remarca que el real sigue siendo una de las monedas que estables en el último año.
Por otro lado, si bien Polo advierte que el hecho de que el real se deprecie no es una buena noticia para la Argentina, el estratega de Cohen no encuentra riesgos elevados de un evento devaluatorio en Brasil, por lo que el riesgo hacia la Argentina es limitado. .
«No vemos un riesgo muy fuerte en cuanto a ese lado. Vemos que el Banco Central de Brasil sigue teniendo instrumentos para contener algún desvío del tipo de cambio, combinado con superávit en la cuenta corriente, etc. Por lo tanto no vemos que tenga un riesgo de devaluación muy fuerte por ahora«, sostuvo.
En el mismo sentido, Benítez señala que la dinámica cambiaria en Brasil es para monitorearla pero la mayor volatilidad no trae grandes sobresaltos.
«Por ahora parece estar más vinculado al ruido de la transición política, pero si el ritmo de depreciación de Brasil se acelerara al 5% mensual, el BCRA necesitaría un ajuste, aunque claramente no de esa magnitud, porque en Brasil seguramente también se aceleraría la inflación. Por ahora no deja de ser un tema para monitorear, pero que no implicaría cambios de corto plazo», dijo.
Cobertura cambiaria
Un eventual giro económico con la llegada de Lula al poder, combinado con las permanentes tensiones políticas a causa de la grieta en Brasil, podría darse un contexto de mayor presión alcista para el tipo de cambio en Brasil.
De producirse un rally en el dólar en Brasil, las tensiones cambiarias en lo local crecerían.
Si a tal variable se le suman los riesgos políticos por las elecciones, una eventual sequía y menores ingresos de dólares, la perdida de reservas en el primer trimestre del año por pagos de intereses de bonos y pagos de importaciones y el déficit de turismo, las presiones devaluatorias del oficial para el BCRA podrían crecer.
En ese sentido, los analistas del mercado ven conveniente buscar cierta cobertura cambiaria para este 2023.
Como recomendación para 2023, Polo afirma que luce conveniente tener cobertura cambiaria.
«La recomendación de cobertura para 2023 se mantiene. Esto es asi debido a la brecha cambiaria alta, un elevado riesgo de sequía y una inflación alta, lo cual hace que sea necesaria tener esa cobertura. Por ahora, lo que se mueva el real no nos cambia el view general, pero si es algo para ir siguiendo de cerca», afirmó.
Respecto a la cobertura, Zambaglione considera que dicha estrategia depende más bien del perfil del inversor.
«Lo vemos necesario especialmente para inversores que necesiten cubrir compras futuras en el MULC. Hoy en día pensamos que los bonos duales con vencimiento en junio o julio son una buena alternativa, ya que proporcionan adicionalmente cobertura frente a un cambio de tendencia que implique apreciación del tipo de cambio real, mientras que el precio de esa opción parece barato», detalló.