Según estimaciones privadas, serían unos u$s1400 millones. Entre enero y julio el «crédito comercial» fue de u$s7.600 millones. Empresas esperan flexibilidad si funciona el «dólar soja» y Massa consigue fondos en Estados Unidos.
Los operadores de comercio exterior están muy atentos al viaje del ministro de Economía, Sergio Massa, a Estados Unidos porque consideran que, si logra traer algunos dólares de organismos y si el nuevo “dólar soja” funciona, podría haber alguna flexibilidad del Banco Central para pagar importaciones.
De hecho, Miguel Pesce tendría que reunir este mes los u$s5.000 millones que le prometieron las cerealeras a Massa y, tal vez, prorrogar la medida por otro mes más para poder contar con reservas suficientes que permitan cumplir las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y pagar las importaciones que obligó a financiar por 180 días desde fines de marzo. Esas operaciones sumaron unos u$s7.660 millones entre enero y julio.
Según estiman economistas de la administradora de fondos Mega Qm, en el último bimestre del año el Banco Central tendría que pagar unos u$s1.400 millones de importaciones que se pactaron en mayo y junio, que por la regulación 7532 estuvieron compelidas a conseguir crédito comercial por 180 días.
Ese es el grueso de las importaciones. Algunas operaciones más aisladas, estarían venciendo entre fin de este mes y principios de octubre. Son compras al exterior que se manejaban por la anterior regulación, la 7466, que había dado intervención a la máxima entidad financiera del país para autorizar las declaraciones Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) de la Aduana.
“Teniendo en cuenta esta dinámica reciente y la manera en que juegan los factores estacionales, en los próximos meses deberíamos ver una desaceleración en los pagos de importaciones de energía y un bache en la liquidación de divisas del agro”, señala MegaQm.
La consultora considera que el dólar soja le podría aportar al gobierno una oferta adicional de u$s2.000 millones, por una mayor liquidación de dólares de las cerealeras, combinada con una menor demanda para la importación de energía.
“Este enfoque permite aclarar el panorama de corto plazo, pero debemos recordar que para fin de año se deben afrontar los pagos por importaciones que se fueron financiando a 180 días”, recuerda la administradora. El reporte agrega que “para ese entonces, el BCRA necesita contar con un colchón de reservas que le permita afrontar otra etapa que estacionalmente es compleja”.
El informe estima que ya en la Argentina con el actual nivel de actividad económica, la demanda estructural de importaciones no bajaría de los u$s6.000 millones mensuales.
Operadores del comercio exterior consultados por Ámbito coincidieron en que el viaje de Massa a Estados Unidos podría empezar a despejar el escenario de las importaciones de los próximos meses.
Si el «dólar soja» funciona y la menor compra de divisas para energía que genera la estacionalidad, dejan un margen, creen que el BCRA podría flexibilizar algunas condiciones para las importaciones. Algunos analistas consideran que lo debería hacer, de todos modos, para evitar que se complique la actividad económica. No obstante, los empresarios del sector creen que, aunque mejoren las condiciones económicas, la autoridad monetaria no va a desmontar el cepo importador completamente.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/importaciones/en-el-ultimo-bimestre-empiezan-vencer-los-pagos-postergados-este-ano-n5527634