«Estuve en La Rosada, pero no voy a hablar», le contestó el diputado a Letra P en un evento del fondo Quinquela. «Si se aleja mucho del Gobierno, lo freezan», se comentó entre los asistentes.
El diputado nacional, Martín Lousteau, llegó acompañado por su esposa al cóctel que organizó el fondo de inversiones Quinquela en un espacio cerrado de Arte BA. «No se esperaba a tantos periodistas», comentó con algunos comensales. No había tantos trabajadores de prensa, pero los pocos que degustaban vino y canapés le preguntaron lo lógico. «Sí, estuve en la Casa Rosada, pero no quiero hablar, no voy a hablar», le dijo a Letra P mientras se prestaba a los flashes.
Durante la hora que duró el cóctel en el predio de La Rural, Lousteau jugó al misterio y esquivó detalles de la reunión que mantuvo al mediodía con el presidente Mauricio Macri. «No dice qué va a hacer, pero no se puede alejar mucho de la Casa Rosada porque lo relegan, le cortan la cabeza», sintetizó uno de los CEOs que habló con este medio y con el propio Lousteau. Otro comensal le preguntó si avanzaba la alianza con Roberto Lavagna, pero casi que negó esa vía.
Visiblemente incómodo, se lo vio charlando con algunas de las personalidades presentes, entre ellos el ex viceministro de Axel Kicillof, Emanuel Álvarez Agis, y la ex directora de comunicaciones de YPF, Doris Capurro. También conversó con una de las anfitrionas del evento, la ex titular de Aerolíneas Argentinas y General Motors, Isela Costantini.
Lo más llamativo del pasillo del evento, más allá de la presencia de Lousteau, fueron las apostillas sobre qué pasará en octubre. «Yo tengo una encuesta que la da ganadora a Cristina (Fernández de Kirchner) en primera vuelta», apuntó un industrial. Le contestó un financista con la inversa: «Los oficialismos siempre tienen más chances».
Coincidieron la mayoría en un respaldo, aunque aún silencioso, a una tercera vía. «Hay que ver si llegan», fue la conclusión.