La velocidad que adquirió la aceleración de precios en los últimos dos meses ejercerá presión sobre el Banco Central en su próxima decisión sobre la tasa de política monetaria, que, en caso de efectivizarse una suba, agregaría mayor complejidad al panorama de la deuda cuasifiscal de la autoridad monetaria.
La dinámica inflacionaria se aceleró con fuerza en 2023. El 6,6% que el INDEC difundió para febrero de este año, se ubicó en el nivel más alto desde agosto de 2022, cuando el IPC marcó 7%. Además, creció 102,5% anual, el registro más elevado en 32 años. En ese marco, la velocidad que adquirió la aceleración de precios en los últimos dos meses ejercerá presión sobre el Banco Central en su próxima decisión sobre la tasa de política monetaria, que, en caso de efectivizarse una suba, agregaría mayor complejidad al panorama de la deuda cuasifiscal de la autoridad monetaria, que tocó máximos nominales y representa gran parte de la emisión monetaria mensual.
Actualmente, la tasa de interés de referencia se mantiene sin modificaciones desde septiembre pasado, cuando la autoridad monetaria la llevó al 75% nominal anual, que se amplía a 107,3% de tasa efectiva anual. Según un informe de Ecolatina, “al rendir 6,3% de TEM mensual, la tasa de interés real ex post febrero pasó a terreno negativo por -0,3% mensual”. Sin embargo, un nuevo aumento en la tasa de referencia encarecería el costo de interés mensual que la entidad presidida por Miguel Pesce paga mensualmente por su deuda.
Hacia adelante, desde GMA consideran que el Central seguirá teniendo protagonismo en lo que refiere al financiamiento monetario del déficit, tal como ocurrió el año pasado. “En las licitaciones de 2022 el financiamiento neto ascendió a $2,4 billones. Sin embargo, con las intervenciones que la autoridad monetaria realizó en el mercado secundario, la emisión neta para compra de títulos alcanzó los $1,9 billones. Por lo tanto, no creemos que dicha dinámica vaya a revertirse a lo largo de este año, en el cual las compras del BCRA en el mercado secundario acumularon $141.000 millones. Con el pasar de los meses creemos que el apetito por instrumentos en pesos se irá reduciendo y, a medida que ello suceda, la presencia del Banco Central será aún mayor”.