El Banco Central siguió en mayo dándole a la máquina de emitir pesos para asistir al Tesoro, una señal que algunos analistas consideran «indeseable» en momentos de inflación elevada con un costo de vida que en abril se ubicó en 6% y llega 58% interanual la más alta en 30 años, dado que no ayuda a anclar expectativas, y arroja más dudas sobre el cumplimiento de la meta monetaria acordada con el FMI que lucía hasta hace poco como la más viable.
La entidad monetaria volvió a encender la maquinita a fines de abril, luego de tres meses de mantenerla inactiva, tras el traspié que sufrió el Tesoro Nacional que no logró renovar el 100% de los vencimientos del mes.
Ante ese tropiezo en la estrategia financiera, el BCRA giró el 29 de abril al Tesoro $80.000 millones en concepto de Adelantos Transitorios,
Pero la luz de alerta se profundizó en el mercado en las últimas horas cuando se conoció una nueva transferencia que la entidad monetaria concretó apenas una semana después, el 6 de mayo, por $83.730 millones también en Adelantos Transitorios.
Los dos últimos giros se suman a otros $122.000 millones que ya le había transferido el BCRA al Tesoro a fin de enero.
Los analistas también atribuyen esta mayor emisión de pesos al aumento del gasto que implican las medidas anunciadas por el gobierno para reforzar los ingresos ante la aceleración inflacionaria, como el bono de $12.000 a jubilados y el IFE 4 para sectores vulnerables.
En ese sentido, la cartera económica informó que 7,5 millones de trabajadores informales recibirán la semana próxima el Refuerzo de Ingresos de $18.000 (a pagarse en dos cuotas de $9.000).
Más emisión: ¿cuánto se consumió ya de la meta monetaria anual?
La emisión monetaria para asistir al Tesoro alcanza en lo que va del año a casi $286.000 millones. El economista Juan Ignacio Paolicchi, de la consultora Empiria, estimó en su cuenta que ese monto equivale a 0,4% del PBI.
El acuerdo con el FMI establece como meta una reducción de la asistencia monetaria al Tesoro del 3,7% del PBI registrado en 2021 a 1% del PBI este año.
En ese marco, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, remarcó a iProfesional que «el punto clave es que tras fallar el financiamiento del Tesoro en abril, 40% de lo que pensaba utilizar en todo el año ya lo consumió, y en el momento del año que el déficit es menor»
El economista sostuvo que «van a tener que ajustar clavijas para poder financiar el nivel de gasto y de déficit, o van a tener que emitir más y pedir un waiver (perdón) al FMI por ese lado».
Los analistas de Facimex Valores detallaron que «la meta monetaria del segundo trimestre del año fija un techo de $439.000 millones a la asistencia monetaria acumulada, por lo que el equipo económico tiene un margen de $153.000 millones para el resto del trimestre»
¿Peligra la meta monetaria?
En Facimex evaluaron que «mirando hacia el segundo semestre que concentra casi todo el déficit del año, la meta monetaria anual va quedando cada vez más lejos y por eso esperamos que el programa (con el FMI) sea revisado para convalidar un financiamiento monetario más elevado».
De igua visión, en PPI subrayaron que «el único objetivo del acuerdo con el organismo en el que Argentina estaba holgado (sobre cumplido en el primer trimestre) ya luce ajustado».
En sintonía, Adrián Rozanski, analista de la consultora 1816, destacó durante una charla virtual organiza por MegaQM fondos comunes de inversión que «el BCRA ya le giró al Tesoro el 40% de lo que le puede transferir en los 12 meses, y ahí uno tiene la impresión de que para poder cumplir la meta el Tesoro va a tener que emitir deuda cortita que es un poco lo que quiere el mercado», a contramano de lo que hizo la secretaria de Finanzas en abril que se abstuvo de ofrecer en las licitaciones títulos de corto plazo ajustados por inflación que son los predilectos de los inversores.
Por su parte, Santiago López Alfaro, presidente de Patente Valores se mostró más optimista y comentó a iProfesional que «la meta anual son $740.000 millones y vamos $285.000 millones, asi que hay espacio» y acotó que «el tema es el mercado afuera, si mejora no veo problema, pero si sigue mal se va a complicar».
A su vez, la consultora EconViews destacó que «como los límites sobre la asistencia monetaria se establecieron en términos nominales (por una suma equivalente al 1% del PBI) es probable que se corrijan dado que como la inflación es mayor, el PBI también será mayor» pero consideraron que «sin una muestra de mayor austeridad fiscal será difícil que se cumpla el objetivo anual».
¿Cuáles son las causas de la mayor emisión para asistir al Tesoro?
Un análisis de PPI explicó que «las razones por las que el Tesoro tuvo que recurrir al financiamiento del BCRA, lo que rápidamente complicó la meta monetaria, hay que encontrarlas en: un claro sesgo expansivo de la política fiscal, y un rollover en las licitaciones de abril de 90%, con lo cual no solo no se consiguió financiamiento neto, sino que no se cubrieron los vencimientos»
antiago Manoukian, economista de Ecolatina, también atribuyó los dos últimos giros de asistencia monetaria «al mal resultado de refinanciamiento obtenido por el Tesoro en abril, cuando registró un rollover del 90%» frente a una tasa de roll over de 150% en el primer trimestre.
Además, Manoukian evaluó que «hacia adelante el anuncio de los bonos a sectores de menores ingresos (con un costo equivalente a 0,3% del PBI) no resulta un antecedente auspicioso a los efectos de procurar reducir la dominancia fiscal de la política monetaria, así como tampoco los proyectos del Salario Básico Universal y la nueva moratoria».
Más emisión ¿una amenaza para la inflación?
El índice de Precios al Consumidor en abril fue de 6% con lo cual la tasa de inflación interanual escaló a 58%. El economista Fernando Marull, de FMyA resaltó que «es la más alta en 30 años, desde enero de 1992».
Frente a esta coyuntura, los analistas de PPI juzgaron que «el BCRA prendió la maquinita en el momento menos deseable en el que la inflación toca máximos».
«En un contexto en el que todavía es prematuro confirmar la desaceleración de la inflación, dada la aceleración de la velocidad de circulación del dinero, lo menos aconsejable que podría hacer la política económica oficial sería llevar al límite la meta monetaria ya que podría deteriorar las expectativas y retroalimentar el proceso inflacionario», alertó.
Con igual diagnóstico, Manoukian planteó que «en un contexto de aceleración en la nominalidad, una mayor monetización del bache fiscal en medio de una débil demanda de dinero sería combustible para recalentar la brecha cambiaria, aumentando las expectativas de devaluación e inflación, complicando aún más el panorama».
En Facimex afirman que «sólo una contracción fiscal que permita poner un freno a la monetización del déficit podrá enfriar las expectativas (inflacionarias)».
A su vez, en EconViews resaltaron: «Cuando las cuentas del gobierno son deficitarias, hay dos alternativas para financiar la brecha fiscal. Una es a través de la emisión monetaria, lo cual lleva a un esquema de dominancia fiscal que es nocivo para la credibilidad del Banco Central y por ende para la inflación. La otra alternativa es tomar deuda en el mercado doméstico o internacional».
Llicitaciones de deuda, un factor clave
Frente a este panorama, los analistas coinciden en que el cumplimiento de la meta monetaria dependerá del resultado que coseche el Tesoro en las próximas licitaciones de deuda. En ese sentido, el primer desafío del mes que afrontará el equipo de Finanzas será el jueves 19 de mayo .
«El cumplimiento de la meta del segundo trimestre dependerá en buena medida de lo que pase en las próximas licitaciones de deuda en pesos, especialmente teniendo en cuenta los recientes anuncios de medidas fiscales expansivas que profundizarán el déficit primario en los próximos meses», aseguraron en Facimex.
En ese marco, argumentaron que «en la licitación de la semana que viene el equipo económico estará obligado a ofrecer alternativas atractivas para captar financiamiento y aliviar las presiones sobre la emisión monetaria».
Con la misma lectura, Manoukian dijo que «el cumplimiento de la meta monetaria del segundo trimestre estará ligado en buena parte a los resultados de las próximas licitaciones de deuda, donde el Tesoro se verá forzado a ofrecer alternativas más atractivas que las que se vieron el mes pasado frente a una preferencia por cobertura vía CER y el temor en materia de plazos por las elecciones presidenciales de 2023″.
En PPI coincidieron que «será clave la próxima licitación del Tesoro en la que debería capturarse financiamiento neto positivo (rollover mayor a 100%) para que deje de forzarse a la entidad presidida por Miguel Pesce a financiar al fisco
En ese sentido, un informe de Invertir en Bolsa planteó que el «rollover negativo de abril despertó una preocupación sobre la sostenibilidad de la deuda que el gobierno desea evitar»
«Con este contexto y los vencimientos de mayo superando los $900.000 milllones, el mercado empieza a descontar que el Tesoro saldrá a ofrecer nuevamente instrumentos CER con duración atractiva y con algo de premio, ya que un segundo mes con rollover negativo podría provocar mucha incertidumbre».
De cara a la próxima licitación, Rozanski comentó que el gran interrogante es «cuán largo emite CER el gobierno, si Economía volverá a testear (colcar deuda con vencimiento) 2024 o regresa ya a las LECER de corto plazo, o una canasta con puro vencimiento de 2023».
Fuente: https://www.iprofesional.com/finanzas/362374-lluvia-de-pesos-por-que-la-inflacion-puede-subir-todavia-mas