MEGAQM FCI separador

¿Cómo llega la economía a las elecciones?

Tiempo de lectura: 4 minutos

Home | Novedades

Blog MEGAQM

Históricamente, en los años electorales, el oficialismo busca llegar con buenos indicadores económicos porque potencian sus posibilidades electorales. Desde esa perspectiva, buenos indicadores económicos implican llegar con buen nivel de empleo, baja inflación, tipo de cambio controlado y buen poder adquisitivo de los hogares. El problema es que en general en los años electorales se suman factores de incertidumbre y desequilibrios que hacen muy difícil lograr adecuar el escenario económico. Por eso, entrando ya en el tercer trimestre del año, nos parece un buen momento para empezar a trazar una radiografía de la economía y entender cómo se está llegando en esta oportunidad al proceso electoral y cómo se compara con ciclos anteriores.

El primer punto es definir cuáles pueden ser las variables relevantes para analizar desde la perspectiva de los votantes y las implicancias que cada una tiene. Para eso definimos dos bloques de variables:

Variables que hacen al bienestar individual

Existen factores que tienen impacto directo en la calidad de vida de los hogares, como puede ser el nivel de empleo, el salario real, el costo de vida (inflación), la brecha cambiaria, etc. Son factores que tienen incidencia en el día a día de los hogares y por tal motivo tienen un rol central en la valoración de la situación económica y social.

Variables que hacen a las expectativas generales

Existe otro grupo de variables que hacen a la percepción general del bienestar económico y esencialmente a la expectativa de estabilidad. Ahí entran por ejemplo el nivel de reservas, el tipo de cambio real, el precio de commodities, el nivel de gasto primario, la presión tributaria, etc. Estas variables pueden explicar casos en los que el individuo en particular esté en una buena situación, pero percibe que la dinámica futura es inestable, lo que puede generar temor y empeorar su percepción.
Si uno compara la evolución de diferentes variables representativas de ambos enfoques se puede tener un panorama global de cómo llega la economía al proceso electoral.

La comparación se hace en primer lugar considerando el nivel absoluto de cada variable y luego teniendo en cuenta la dinámica reciente que vienen mostrando. El nivel absoluto refleja la posición real al momento de la elección y la dinámica muestra cómo pueden haber afectado los cambios recientes y en cierta medida cómo esperan los individuos que esas variables sigan evolucionando.

Comparando la situación en las últimas elecciones se observa que:

Gráfica sobre Indice Nasdac y Tasas Reales de Interés

Gráfica sobre Indice Nasdac y Tasas Reales de Interés

Elecciones Presidenciales 2015:

Se llegó con un buen nivel de actividad, empleo y salario real, pero con una brecha cambiaria creciente y con un ritmo de inflación sostenido en niveles altos.

Las perspectivas hacia adelante eran negativas por el deterioro de las reservas netas y por el aumento de la brecha cambiaria.

Elecciones Legislativas 2017:

Luego de un ajuste en 2016 la economía llegaba con un buen nivel de actividad y empleo, sin brecha cambiaria, con un alto nivel de reservas y una expectativa de desaceleración inflacionaria.

El tipo de cambio real había recuperado algo de terreno, pero la balanza comercial estaba negativa. La principal preocupación era fiscal.

Elecciones Presidenciales 2019:

Se llegaba luego de varios meses de caída del nivel de actividad, que recién se frenó transitoriamente en los primeros meses de 2019. Se había acelerado significativamente el ritmo inflacionario, que se potenció por un salto del tipo de cambio.

El principal dato negativo era una pérdida de más de 10 puntos de salario real que se había producido por la fuerte aceleración inflacionaria.

Además, la economía estaba perdiendo reservas de manera muy acelerada.

Elecciones Legislativas 2021:

Llegaron en pleno proceso de salida de la pandemia. Eso implicó que el nivel de actividad estaba en niveles absolutos muy bajos, pero con dinámica positiva.

La inflación se había contenido por el deterioro de la demanda.

El salario real siguió perdiendo terreno, en especial en los segmentos de menores ingresos.

La brecha cambiaria había alcanzado niveles récord.

De las 4 elecciones analizadas, solamente en una el oficialismo logró un resultado electoral positivo (legislativas 2017) y fue la única en que la economía había ingresado con menor inflación, buen nivel de actividad y sin brecha cambiaria.

Desde esta perspectiva de análisis, ¿cómo llega la economía a las elecciones 2023?

Nivel de Actividad: El nivel absoluto es algo superior al de las dos últimas elecciones, pero por debajo de 2015 y 2017. La dinámica que venía siendo buena en los primeros tres meses del año ahora se está resintiendo por los efectos de la sequía. El empleo privado ha crecido, pero apenas ha sido suficiente para recuperar el nivel de 2015, es decir que no cubre el crecimiento poblacional.

Inflación: En su peor momento de los últimos 30 años. Se aceleró de manera significativa en los primeros cuatro meses del año y recién en mayo y junio habría comenzado a bajar un escalón, pero sigue en ritmos del orden del 130/140% anualizado.

Tipo de Cambio: El BCRA se esfuerza por no perder competitividad cambiaria y eso implica un ritmo de depreciación alto. La brecha se mantiene en torno al 100%. Como consecuencia de la inflación, se ha perdido nivel de tipo de cambio real, quedando en promedio 20% por arriba del nivel de 2015-2017, pero muy por debajo de lo observado entre 2019 y 2021. La percepción generalizada es que la economía necesita recuperar competitividad cambiaria.

Gasto Primario: El nivel de gasto ha bajado producto de la aceleración inflacionaria que licuó partidas con rezagados en la indexación. Es un ajuste transitorio, porque una parte se recuperaría cuando se desacelere el ritmo de aumento de precios.

Reservas Netas: La sequía que afectó a la producción local de cereales y oleaginosas ha deteriorado el nivel de reservas netas. Hoy se encuentran en terreno negativo. Este factor, sumado al atraso relativo del tipo de cambio real, generan expectativas de correcciones futuras.

En definitiva, tanto comparando la dinámica de las principales variables como el valor absoluto, se llega a la conclusión que, en términos económicos, el año 2023 luce más desafiante y complejo que cualquiera de los cuatro períodos anteriores en que hubo elecciones. Los factores que marcan la diferencia son los niveles más altos de inflación, el bajo nivel de reservas y la brecha cambiaria elevada.

INFORMES Y NOVEDADES