Los papeles de firmas locales lograron subas de hasta tres dígitos en pesos y llevaron a que la Bolsa porteña anotara un ascenso del 65%, superior a la inflación acumulada y al avance de los diferentes dólares. Se transformaron así en una de las mejores inversiones domésticas, junto con los bonos CER.
Las acciones argentinas lograron subas de hasta 254% durante 2021, y llevaron a que la Bolsa porteña anotara un ascenso del 66% medido en pesos, superior a la inflación acumulada en el año (en torno del 50%), y al avance de los diferentes dólares que operan en el mercado local, transformándose así en una de las mejores inversiones domésticas, junto con los bonos CER (ajustan por IPC), y los títulos a tasa fija.
El 2021 fue otro año marcado por altos niveles de incertidumbre, tanto por las elecciones legislativas, como por las negociaciones de Argentina con el FMI, que por ahora se mantienen sin una resolución a la vista, y que representan un elemento central para despejar el horizonte de 2022.
“En escenarios de alta incertidumbre fiscal, con pérdida de paridad de los bonos, las acciones pueden llegar a convertirse en reserva de valor. Eso sucedió en 2021, donde fueron la segunda mejor inversión luego de los bonos largos con ajuste CER”, comentaron desde Quinquela Fondos.
El año cierra con un ritmo de inflación que fue superior a las expectativas iniciales y que le ganó por amplio margen al tipo de cambio, generando un atraso del tipo de cambio real. Las tasas de interés del BCRA se mantuvieron estables en todo el año (38% la de las Leliq) y fueron claramente menores al ritmo inflacionario, es decir que la economía volvió a funcionar con tasas reales negativas, situación que es compatible con el esquema de controles cambiarios vigente, y con una alta brecha cambiaria.
Bajo este panorama, y sostenido por la gran performance de Wall Street y la suba del dólar CCL, el índice S&P Merval acumuló un ascenso del 65,5% en 2021, es decir que ganó más de un 14% en dólares (CCL).
“Las acciones recuperaron posiciones. El S&P Merval mejoró desde u$s361 hasta u$s423 en el año, aunque sigue lejos de su promedio histórico (u$s600 a precios corrientes y u$s800 a precios constantes)”, remarcó un informe de GMA Capital.
Más allá de esto, 2021 será recordado como el año esquivo para los mercados emergentes, donde los flujos de capital no se vieron tentados por las valuaciones de los activos.
A lo largo de todo el 2021, EE.UU. fue el gran protagonista del rebote global. La recuperación de empleo permitió que la tasa de desocupación terminará en 4,2% a fines de noviembre, muy cerca de su valor de desempleo estructural de largo plazo. Además, las familias que habían logrado un exceso de ahorro importante en lo peor de la pandemia, han fortalecido su nivel de consumo y gasto en la segunda mitad del año.
Esta recuperación se vio reflejada en los principales índices de Wall Street, que cierran el año con mejoras de hasta el 27% (S&P500), y en máximos históricos, con el mayor diferencial de performance respecto al equity global de los últimos 20 años, agregó Inviu, que advirtió que las valuaciones quedan sumamente exigentes, abriendo oportunidades de inversión en otros mercados y elevando al máximo el sentido de cautela en 2022.
A falta de una jornada para el cierre del año (este viernes habrá operaciones limitadas), las acciones de empresas argentinas operaron sin una tendencia uniforme, registrando mitad de subas y mitad de bajas.
El top five ganador lo integraron: Pampa Energía (+50,6%); Ternium (+47,8%); Globant (+44,8%); Corporación América (43,9%); y Bunge (+40,5%). Por el contrario, el panel de los retrocesos lo encabezaron: IRSA Propiedades Comerciales (-75%); Despegar (-23,2%); Telecom (-22,4%); Mercado Libre (-19%); YPF (-15,5%).
Párrafo aparte para el sector financiero que registró a lo largo de 2021 leves variaciones y sin una dirección homogénea: Grupo Financiero Galicia sumó 12,1%; el BBVA avanzó 1,7%; pero Supervielle cedió 6,1%; y Banco Macro perdió 7,5%;
Ganadores en renta fija
En materia de rendimientos en el segmento de renta fija, el año cerró con los títulos indexados por CER al tope de los ganadores, con subas de hasta 132,2% (Cuasipar), y de casi 70% en promedio. También se destacaron los bonos a tasa fija (Botes), con alzas de 68,4% en promedio. Cosecharon subas de dos dígitos, incluso en dólares (de hasta 12,1%), gracias a un proceso de revalorización. La renta fija había tenido una gran primera mitad de año, luego de que los rendimientos de las curvas se “normalizaran” una vez disipados los temores del rollover de vencimientos en pesos, analizaron desde GMA Capital.
El resto de los activos tuvieron grandes dificultades para poder superar la línea de flotación de la inflación (en torno al 50%) y de la desvalorización del peso (tipo de cambio CCL). Los bonos dollar-linked estuvieron en el pelotón de los mayores perdedores del año en términos reales debido a que la expectativa subyacente de una devaluación oficial jamás se concretó: subieron apenas hasta 21,4% (TV22). Con el tipo de cambio utilizado como principal ancla nominal, los activos que ajustan por el dólar oficial (Com A 3.500) se vieron rezagados en especial en la primera parte del año. Por su parte, los títulos restructurados en 2020 (Bonares y Globales) tampoco pudieron escapar de la mediocridad con bajas de hasta 20% (AL30D) en moneda dura, y de 10% en promedio. El mercado manifiesta un sentimiento de apatía total con la deuda argentina. Y las paridades de 30 centavos de dólar y el riesgo-país de más de 1.700 puntos (trepó en el año el 28% o 384 puntos a 1.703 puntos) son la muestra más clara.