Se debe a que, con el fuerte incremento de los rendimientos que operó el Gobierno la semana pasada, las empresas que se financian con ON tendrán que competir las tasas de Finanzas.
La fuerte suba de tasas de interés que dispuso el Gobierno para alinear las variables financieras a la inflación seguramente traerá como consecuencia un alivio sobre el tipo de cambio, pero al mismo tiempo, se espera que impacte negativamente en el mercado de bonos corporativos.
Mientras que el Tesoro comenzó a avalar rendimientos efectivos de sus letras en el orden del 90% anual, casi en línea con la inflación, el Banco Central subió las tasas de las Leliqs al 80% (TEA). Entre otras cuestiones, el movimiento ocurrido la semana pasada luego de la última licitación de títulos encabezada por la Secretaría de Finanzas tiene por objetivo tratar de evitar que queden pesos “libres” en el mercado que se dirijan a algunas variantes de dólar financiero.
El incremento en general de las tasas de referencia del Estado va a tener un par de consecuencias negativas para las empresas que toman crédito a través de Obligaciones Negociables en el mercado local. Por un lado, se espera que haya menos emisiones porque tendrán que competir con las tasas del Estado y, a la vez, es previsible que el Tesoro se lleve la mayor parte del dinero para financiar sus gastos y los vencimientos de deuda.
Pablo Artusso, Ratings Manger de Moody’s Local Argentina, afirmó al respecto que “con tasas anuales de referencia efectivas cercanas al 80%, esperamos un declino importante de la liquidez en pesos que impactará en un menor volumen de emisiones en el mercado de capitales local y en un detrimento de los resultados financieros de las compañía”.
No obstante, el analista de la agencia de calificaciones crediticias consideró que existe un bajo nivel de endeudamiento de las empresas, lo cual mitigará el impacto negativo de la suba de las tasas sobre los balances. Para las empresas va a ser más costoso renovar deuda.
La tasa del BCRA sigue negativa en términos reales frente a la inflación de los próximos meses porque rinde 5,4% contra una inflación promedio mensual que rondará el 6,4% entre julio y septiembre, según estimaciones privadas. Pero se piensa que a un año empataría a los precios.
Para algunos fondos de inversión, como MegaQM, el incremento de las tasas del Tesoro y del BCRA genera un nuevo equilibrio en niveles más altos que los que había el año pasado. “El esquema de tasas vuelve a ser parecido en su estructura al que estaba vigente hasta diciembre 2021, aunque claramente en un escalón más alto. La brecha entre las tasas cortas y largas es menor y se incrementó significativamente el premio que paga el Tesoro por sobre el BCRA”, señala MegaQM.
La administradora de fondos sostiene que “el esquema vigente hasta junio estaba generando varios problemas” debido a que “perdía sistemáticamente con la inflación” y no lograba generar los “incentivos necesarios para que los inversores se vuelquen hacia los instrumentos de deuda del Tesoro”. Mega QM plantea que “en el corto plazo estos movimientos de tasas deberían estar trasladándose al mercado en forma de mayor premio por las cuentas remuneradas y aumento de las tasas activas de corto plazo”. Es decir, se va a encarecer el crédito al sector privado.
Nery Persichini, head of Research & Strategy de GMA Capital, señaló que “se está viendo una vuelta a la ortodoxia, una forma de hacer política monetaria denostada por esta gestión hasta el momento”. Persichini dijo que “las Leliq al 80% anual (TEA) y Ledes al 90% (TEA) todavía no llegan a compensar la inflación esperada, pero están más cerca”. “El cambio de rumbo fue central para frenar momentáneamente la corrida del dólar. Hacia adelante, sin embargo, faltan definiciones fiscales contundentes”, señaló.
Ezequiel Zambaglione, head of Strategy de Balanz, indicó que “el Tesoro iba a tener que convalidar la tasa que fuera necesaria” para poder captar financiamiento en el mercado pero a la vez “se necesitaba que la tasa de BCRA acompañe para absorber los pesos que se gaste el Tesoro”. Zambaglione consideró que de ahora en más el Banco Central “va a tener que estar más cerca” de las tasas que determinen las licitaciones del Gobierno “para que los pesos vuelvan rápido al sistema financiero”.
Por su lado, Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, planteó que “la mayoría del espectro económico decía que el cierre del programa con el FMI era con una tasa positiva pero hasta el momento no había una decisión de hacer ese sinceramiento”. “La tasa arrima bastante pero falta”, dijo el economista.
Nota en Ámbito.